Hoy, mientras practicaba mis ejercicios y meditaciones a solas, tuve una revelación poderosa: para explorar todo lo que el Tantra propone, deseo una conexión íntima y profunda. No se trata solo de tener una pareja sexual, sino de sentir una unión auténtica, espiritual y transformadora que permita descubrir y vivir la riqueza del placer consciente.
Al reflexionar sobre esto, no pude evitar pensar en Saraha, el maestro (fundador) del Tantra. Su enseñanza no se centraba en el sexo superficial, sino en la unión profunda de cuerpo, mente y espíritu, donde el placer se convierte en una puerta hacia la expansión de la conciencia y la conexión con lo divino.
¿Por qué siento que mi historia se parece a la de Saraha?
Porque ambos buscamos más que un encuentro físico. Queremos experiencias que nos lleven a la autenticidad, la presencia y el amor propio. En este camino, el placer no es solo un fin, sino un medio para sanar, soltar miedos y vivir desde nuestro ser más verdadero.
Lo que podemos aprender de esta conexión ancestral:
• El placer consciente es un viaje interior que requiere tiempo, respeto y presencia.
• La sexualidad se vive mejor cuando está conectada con la autenticidad y el amor hacia uno mismo y hacia el otro.
• La conexión profunda con una pareja abre la puerta a la energía tántrica, pero primero está la relación que tenemos con nuestro propio cuerpo y placer.
Te invito a recorrer este camino conmigo. Si sientes el llamado a explorar el placer desde un lugar consciente, sin prisas ni tabúes, acompáñame en este viaje de descubrimiento. A través de talleres, meditaciones activas y ejercicios de conexión corporal, desbloquearemos juntos los espacios sagrados que habitan dentro de nosotros.
Porque, como Saraha nos mostró, el placer es más que un instante: es una puerta a la libertad, la expansión y la vida plena.
- Saraha
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