Cuando hablamos de sexualidad, muchas veces nos interesa profundizar y descubrir nuevas experiencias.
Sin embargo, algunas cosas las rechazamos de inmediato.
Por ejemplo, los juguetes sexuales, prácticas nuevas o incluso ciertas fantasías.
Pero rechazar algo no siempre significa que no sea para nosotros.
A veces, lo que estamos rechazando son condicionamientos, creencias y aprendizajes anteriores que nos impiden abrirnos a la experiencia.
Cómo abrirte sin presión
1. No digas ni sí ni no:
Cuando algo te genera rechazo, respira y observa. No necesitas decidir nada de inmediato.
2. Escucha tu curiosidad:
Pregúntate: «¿Qué es lo que me genera esta sensación? ¿Miedo, vergüenza, costumbre?»
3. Date tiempo:
Algunas ideas o prácticas pueden resonar contigo días o semanas después. La paciencia contigo mism@ es clave.
4. Prueba con amor y consciencia:
Si después de un tiempo sientes que realmente te atrae, permite que esa curiosidad te guíe a experimentar de forma segura y consciente.
5. Respeta tus límites:
Y si no te convence, eso también es válido. Aprender a decir «no» con respeto hacia ti mism@ es parte del autocuidado.
Reflexión práctica
• Haz una lista de lo que te genera curiosidad y lo que genera rechazo.
• Observa tus emociones: ¿son realmente tuyas o vienen de mensajes externos?
• Permítete explorar internamente antes de tomar decisiones externas.
Recuerda: tu sexualidad es tuya, y cada paso hacia la apertura consciente es un acto de amor hacia ti mism@
- Saraha
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