Ser sexy no es mostrar piel, es mostrar presencia.
Vivimos en un mundo que ha confundido sensualidad con exhibición.
Nos dijeron que para ser sensuales hay que provocar, posar, impresionar.
Pero la verdadera sensualidad no grita. Susurra.
Sensualidad consciente es esto:
✔ Comer y saborear cada bocado, no tragar por prisa.
✔ Mirar con intención, no con prisa.
✔ Sentir la tela que toca tu piel, el agua que resbala por tu cuerpo, la respiración que te recorre.
No es sexo, aunque puede despertar deseo.
No es para otros, es para ti.
Cuando recuperas tu sensualidad natural, la vida entera se vuelve un ritual.
Caminar deja de ser un trámite, y se vuelve una danza.
Tomar un café deja de ser automático, y se convierte en un acto íntimo.
¿Cómo despertar la sensualidad consciente?
1. Respira lento.
Haz 3 respiraciones profundas y siente cómo entra el aire.
Esto conecta todo.
2. Activa tus sentidos a propósito.
✔ Toca tu ropa al vestirte.
✔ Huele tu comida antes de probarla.
✔ Escucha la música sin hacer nada más.
3. Mira con presencia.
Cuando hables con alguien, míralo como si fuera la única persona en la Tierra.
4. Abraza tu cuerpo sin juicio.
Ponte crema lentamente, toca tu piel con gratitud.
El cuerpo ama ser reconocido.
5. Baila.
No para seducir, sino para sentir.
El movimiento conecta con la energía vital.
Sensualidad no es un show.
Es intimidad contigo misma.
Es aprender a habitar tu cuerpo y la vida con todos los sentidos despiertos.
Cuando conectas con tu sensualidad consciente,
todo se vuelve sexy: tu voz, tu risa, tu forma de existir.
- Saraha
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