Medio año de florecimiento: mi gratitud a la vida y a Laxmi

Estamos en la mitad del año, y cuando miro atrás, siento un inmenso gracias. 

Este no ha sido un año cualquiera. Ha sido un año de expansión, de movimiento, de viajes que me transformaron, pero también de raíces que crecieron fuertes en casa. 

Porque sí, he estado en playas paradisíacas y lugares mágicos, pero el verdadero paraíso ha sido adentro, y una parte de mí lo sabe: sin LAXMI, nada de esto hubiera sido igual.  

Un año para florecer 

Este 2025 llegó con una promesa silenciosa: la de florecer. 

Florecer no es solo crecer, es abrirse, mostrarse, animarse a ser vista, atreverse a vivir con autenticidad. 

Cada viaje me dio piezas de ese florecimiento, pero fue LAXMI, mi espacio, el que me sostuvo para que yo pudiera abrir los brazos y decir: sí, quiero vivirlo todo. 

LAXMI: mi templo, mi raíz, mi reflejo 

Cuando abrí LAXMI, soñaba con crear un espacio para otros… y descubrí que también era para mí. Aquí he reído, he llorado, he meditado, he bailado. He acompañado a otros en su transformación y, sin darme cuenta, eso me transformó a mí. 

Gracias a LAXMI, florezco como nunca antes: 

✔ Conectando con mi esencia. 

✔ Abriéndome al amor y a la vulnerabilidad. 

✔ Compartiendo mi verdad, sin máscaras. 

Los viajes como maestros 

Brasil me enseñó la libertad. 

México, la quietud. 

Dominicana, la apertura a los demás. 

Colombia, el valor de los límites. 

Pero todo eso se integró gracias a la práctica diaria, a los espacios de silencio, a las meditaciones, a la comunidad que crece en LAXMI. 

Hoy quiero agradecer. 

A la vida, por sorprenderme. 

A LAXMI, por sostenerme. 

A cada persona que ha caminado conmigo, por recordarme que florecer es un acto colectivo. 

Y a mí, por haber dicho sí tantas veces. 

 La segunda mitad del año me espera… y la recibo con el corazón abierto. 

¿Y tú? 

¿Por qué quieres agradecer hoy?

«Florecer es abrir el corazon a la vida»

- Saraha